El ajuste de piezas mecánicas, una actividad específica de la aeronáutica, requiere una muy alta precisión. Esta actividad trabaja, principalmente, los cuerpos hidráulicos hechos de aluminio, cobre, titanio o acero, que permiten la activación de los controles de vuelo de una aeronave.

Este servicio, que se realiza a mano y utilizando equipos específicos (amoladoras y abrasivos), consiste en asegurar los acabados en las piezas mecanizadas, en particular eliminando cualquier exceso de material. Posteriormente, su conformidad se verifica por medios endoscópicos.
Los controles no destructivos realizados mediante magnetoscopia o inspección con líquidos penetrantes se utilizan para garantizar que no haya defectos (falta de material o fisuras).

El objetivo es obtener componentes “avionables” perfectamente lisos y regulares, para garantizar una buena resistencia a la presión y evitar el desprendimiento de partículas, lo que podría generar fallos en el circuito hidráulico.