En el sector aeronáutico, estas actividades hacen posible la conformación de piezas metálicas, generalmente de aluminio, que luego constituyen los diversos elementos de una aeronave: armarios eléctricos, soportes de equipos, marcos de puertas de pasajeros, etc.

La calderería consiste en recortar planchas planas para crear formas más complejas. En función de múltiples parámetros, esta operación puede realizarse a mano, utilizando una prensa o una herramienta adaptada para las piezas específicas, con una posible fase de enfriamiento para ablandar el material.

Después del tratamiento superficial y la pintura, la chapistería permite ajustar y ensamblar estos elementos, siguiendo diferentes etapas, como la perforación, el remachado o el encolado. Finalmente, se obtienen subconjuntos que pueden estar formados por hasta 600 piezas.