Para garantizar la capacidad de montaje de los distintos componentes de un vehículo, desde el chasis desnudo hasta las ruedas, pasando por del depósito, los asientos o el panel de instrumentos, es esencial definir los procesos de montaje y tener en cuenta todos estos requisitos desde la etapa de diseño.

La persona encargada de la preparación de los métodos colabora en el diseño del producto/proceso, valida la capacidad de montaje de las piezas, define los modos operativos y evalúa los tiempos y las condiciones de montaje.

Asimismo, trabaja en estrecha colaboración con el encargado de negocios, quien es responsable de integrar los recursos necesarios en el proceso de montaje, desde la fase de estudio hasta la puesta en marcha de las instalaciones. Juntos, supervisan el proyecto hasta la etapa de aceleración del ritmo antes de transferirlo a un equipo de producción en masa.