“La energía del hidrógeno es innegablemente una tecnología de futuro. A veces ha sido objeto de una cobertura mediática excesiva, que ha decepcionado a algunos. Pero esto no debe ocultar el importante papel que está llamada a desempeñar en la transición energética del mañana“. Para Jean-Luc Baraffe, Director del Grupo de Investigación e Innovación de SEGULA Technologies, no hay ninguna duda sobre el futuro de la energía del hidrógeno.
Esta convicción se basa en una serie de argumentos difíciles de rebatir. El primero y más importante, por supuesto, es su reducida huella de carbono, especialmente cuando se produce a partir de fuentes de energía renovables. Otra gran ventaja es la variedad de aplicaciones posibles de este futuro combustible (el hidrógeno presenta densidades energéticas por kilogramo superiores a las de los combustibles fósiles o los sistemas de baterías). Además del mundo del transporte (coches, camiones, ferrocarriles, barcos, etc.), el hidrógeno también interesa a los fabricantes que necesitan altas densidades energéticas y cuyos procesos producen elevadas emisiones de gases de efecto invernadero (cemento, acero, productos químicos, etc.) y a los especialistas en redes de gas, donde es difícil reducir las emisiones.
Por último, en un contexto de fuertes tensiones internacionales, el hidrógeno es una promesa real de independencia energética para los países que no producen combustibles fósiles y también será muy atractivo para los países que tienen una gran cantidad de energías regenerativas en su mix energético, ya que contribuirá a estabilizar la red eléctrica y a abaratar aún más la energía. Su desarrollo cuenta con un amplio apoyo de los gobiernos e instituciones europeos.
En julio de 2022, la Unión Europea (UE) autorizó una financiación pública de hasta 5.400 millones de euros para el hidrógeno. Esto movilizaría otros 8.800 millones de euros de financiación privada y generaría 20.000 puestos de trabajo en toda la UE. Unas semanas después, Francia anunció una inversión de 2.100 millones de euros para apoyar su industria nacional del hidrógeno.
Madurez tecnológica: 2030 a la vista
Para muchos expertos, la cuestión no es si el hidrógeno se convertirá en una importante fuente de energía alternativa, sino más bien cuándo: “Todavía estamos al principio de la historia“, afirma Stephan Wagner, responsable técnico de sistemas de hidrógeno de SEGULA Technologies. Aún queda mucho por hacer para que los electrolizadores y las pilas de combustible satisfagan las necesidades de un mercado de masas en términos de disponibilidad y asequibilidad. Pero el ritmo de la innovación se acelerará en los próximos cinco años. Deberíamos asistir a avances significativos en muchas de las soluciones tecnológicas que se están desarrollando actualmente y veremos cómo el hidrógeno se extiende gradualmente“.
En cuanto a la producción, también se depositan grandes esperanzas en la extracción de hidrógeno sin carbono a partir del metano. En cuanto a las pilas de combustible y los electrolizadores, los esfuerzos se centran en mejorar la vida útil y reducir el coste de los generadores, en particular reduciendo o incluso suprimiendo el uso de metales preciosos. Todos los actores del sector quieren estar preparados para el despegue del mercado previsto para finales de esta década.
“De hecho, ya existen algunas aplicaciones iniciales del hidrógeno. Pienso, en particular, en los proyectos de flotas de transporte móvil, en las aplicaciones para vehículos pesados, así como en la fuerte aceleración de la utilización de sistemas de hidrógeno en la marina y la aviación, que empiezan a aparecer en Europa y Estados Unidos. Es probable que este tipo de experimentación siga siendo modesta al principio debido a la falta de estaciones de repostaje. A partir de 2030, el hidrógeno debería empezar a introducirse más ampliamente en el mundo de los vehículos pesados, el transporte marítimo y la industria“, afirma Jean-Luc Baraffe.
En cuanto a los vehículos privados, los expertos son menos optimistas. Es probable que el coste de los vehículos y la falta de infraestructuras de recarga limiten el potencial del hidrógeno para este tipo de uso. Por ejemplo, no habrá ni treinta estaciones de servicio de hidrógeno abiertas al público a mediados de 2023 en Francia. La inauguración, en junio de 2023, de la mayor estación de producción y distribución de hidrógeno de Europa en París (Porte de Saint-Cloud) no bastará para invertir la tendencia.
Europa se moviliza por el hidrógeno
¿Quién se impondrá en Europa de aquí a 2030? España y Portugal se citan a menudo como los principales países productores de hidrógeno del futuro. La Península Ibérica tiene un importante potencial de producción de energías renovables. Recursos de los que podrían beneficiarse sus vecinos.
En 2022, los Jefes de Estado de Francia, España y Portugal lanzaron el proyecto de corredor europeo de hidrógeno verde “H2Med”. El objetivo es crear dos conexiones: la primera entre Portugal y España, y la segunda -por vía submarina- entre Barcelona y Marsella. Por supuesto, Francia también ocupa su lugar en este nuevo mercado. Con iniciativas de gran envergadura como el proyecto de Gigafábrica de electrolizadores de Elogen en Vendôme, cuya producción está prevista para 2025, o el del grupo franco-belga John Cockerill en Aspach-Michelbach, o las iniciativas de Renault (en asociación con el grupo chino Geely) o Faurecia (sistema de almacenamiento) en el sector del transporte. Alemania también cuenta con su saber hacer industrial para reforzar su independencia energética gracias al hidrógeno.
“Los dirigentes alemanes están aplicando al hidrógeno el mismo enfoque que aplicaron a los productos químicos o los semiconductores: la creación de – clusters de excelencia para facilitar la conexión en red de los grandes grupos productores, los institutos de investigación y los actores de la logística y la distribución. Por su parte, la Estrategia Nacional del Hidrógeno interrelaciona las políticas climática, energética, industrial y de innovación. El objetivo es convertir a Alemania en pionera mundial del hidrógeno verde y alcanzar y asegurar el liderazgo del mercado de las tecnologías del hidrógeno a largo plazo“, afirma Stephan Wagner.
Además de las iniciativas nacionales, existe una clara necesidad de movilizarse por el transporte a nivel europeo. Como la Red Principal Europea del Hidrógeno (European Hydrogen Backbone, EHB), en la que participan doce gestores de redes de transporte de gas (GRT) de once países europeos. ¿Su objetivo común? Desarrollar, de aquí a 2040, una red de transporte de hidrógeno de 39.700 km que una 21 países europeos.
“Con SEGULA Technologies, llevamos más de diez años trabajando en el hidrógeno. Hemos visto cómo este combustible atraía progresivamente a más y más, grandes grupos y start-ups. Estamos viviendo un periodo de efervescencia en toda la cadena de valor: producción, utilización y logística. Queremos participar en esta dinámica innovadora“, afirma Jean-Luc Baraffe. Para el hidrógeno, el mañana se escribe hoy.
SEGULA Technologies y el mercado del hidrógeno
Desde hace más de diez años, SEGULA Technologies acompaña a los actores del hidrógeno en el desarrollo de sus proyectos. Esta misión consiste en compartir competencias, aportar soluciones técnicas internas (herramientas de dimensionamiento de la cadena de hidrógeno, etc.), poner a disposición medios de ensayo y suministrar patentes específicas (sistemas de compresión de hidrógeno, pilas de combustible, electrolizador, etc.).
La gama de soluciones y servicios de SEGULA Technologies en el ámbito de la energía del hidrógeno se dirige tanto a los grandes grupos como a las empresas de nueva creación.